Una gigantesca nave de forma extrañamente orgánica sobrevuela el mítico Golden Gate de San Francisco. En sus entrañas porta la pandemia Chimera junto con un ejército de criaturas sedientas de sangre. Resistance 2 es la esperada segunda entrega del notable shooter de Insomniac, y en esta ocasión sustituye la invasión del Reino Unido por el asalto alienígena a Norteamérica. Bienvenido a los USC: United States of Chimera.
Resistance era una de las grandes esperanzas del catálogo exclusivo de PlayStation 3 en el lanzamiento de su videoconsola. El juego funcionó realmente bien a nivel comercial, alcanzando en sólo seis meses las dos millones de copias vendidas, y pese a ser menos innovador de lo esperado en un principio, cosechó críticas notables –un 8,1 en 3DJuegos-.
Con este estupendo precedente el anuncio de Resistance 2 hace un par de semanas se ha visto como una excelente alternativa, y como una posibilidad de mejorar determinados aspectos de la primera entrega. Más grande, con un sentido épico muy cuidado y con un multijugador todavía más masivo y brillante que el de Fall of Man -8 jugadores en cooperativo y hasta 60 en multijugador-, Resistance 2 se postula como una versión corregida y aumentada de su predecesor.
Viaje por la América Profunda
Resistance 2 cambia la fría y húmeda Gran Bretaña por los Estados Unidos de Norteamérica. Centenares de naves espaciales Chimera rodean el continente americano por ambos océanos y, comenzando la invasión por San Francisco, empujan progresivamente a ciudadanos y ejércitos humanos hacia el centro del país, en una maniobra de flanqueo doble que reduce las posibilidades del hombre a la de fortalecerse en el corazón de América.
Resistance 2 nos devuelve al cruento conflicto contra la amenazante raza extraterrestre Chimera. Seremos, de nuevo, Nathan hale y volveremos a luchar contra los aliens y contra nosotros mismos en una batalla épica.
La situación al verse rodeados, lógicamente, resulta desesperada y se recurre rápidamente a un descomunal despliegue militar que garantice un mínimo de resistencia ante las hordas alienígenas.
Desde Insomniac se ha especificado que en esta ocasión se optará por una narrativa más cercana al personaje, y es que como ya comentamos en el análisis de la primera entrega, Fall of Man, se resentía de un tratamiento algo distante en los lazos de empatía con su protagonista, quedando éstos seriamente perjudicados por la narración en tercera persona.
En esta ocasión se está poniendo un énfasis especial en realizar una buena historia, contando con un guión que trate de reflejar lo desesperado de la situación y que muestre al pueblo norteamericano sumido en el más absoluto desamparo.
Siguiendo con los cambios y el “pulido general” tampoco es una casualidad el brutal cambio de marco en el que se encuadra el nuevo juego. El equipo desea provocar un contraste fuerte entre la avanzada tecnología Chimera y lo desolado y arcaico de una América profunda que, en el juego, no ha logrado sobreponerse a la gran depresión. Lógicamente la dirección artística del juego vuelve a presentar un aspecto a caballo entre el realismo y la ciencia ficción, pues la de este ser humano –al igual que en la primera parte- es una realidad alternativa que mezcla por igual artefactos históricos de la época con armas futuristas totalmente anacrónicas.